Hasta seis de las instituciones con mayor renombre, entre las que se cuentan el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, aprovecharán sus últimas reuniones de este tumultuoso año para cargar pólvora bajista en sus fusiles con el objetivo de plantar cara a la crisis... o, al menos, minimizar su impacto.
El primero en abrir fuego será el Banco de la Reserva de Australia, del que se espera que mañana reduzca el precio oficial del dinero del 5,25 al 4,5%. Si se confirma este pronóstico, se trataría del cuarto recorte desde agosto -cuando los intereses estaban el 7,25%- y situaría los tipos en su nivel más bajo desde mediados de 2002. Un día después le tocará el turno a su vecino, el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, que podría rebajarlos en un punto y medio, del 6,5 al 5%. También sería su cuarto descenso desde el verano, que conduciría al precio del dinero a una cota desconocida desde junio de 2004.
El fuego monetario se intensificará el jueves 4 de diciembre, jornada en la que se reunirán el Banco de Inglaterra y el BCE. Después de que el primero haya reducido ya los tipos en cinco ocasiones desde diciembre de 2007 y de que en octubre se destapara con una rebaja de 150 puntos básicos -100 equivalen a un punto porcentual-, esta vez se prevé un tijeretazo de un punto, hasta el 2%. Si lo hace, habría que remontarse hasta 1950 para encontrar un precio del dinero tan barato en Inglaterra.
En cuanto al BCE, la entidad presidida por el francés Jean-Claude Trichet podría abaratar el precio del dinero por tercera vez en menos de dos meses. En este sentido, y como ya ocurrió en la cita de noviembre, el banquero galo se ha encargado de telegrafiar que la institución recortará los intereses en diciembre. "No descartamos una reducción de tipos nuevamente si los riesgos alcistas para los precios se alivian", anticipó el pasado miércoles en El Cairo (Egipto). Y la inflación se lo permitirá, ya que, según el dato provisional de Eurostat, el aumento de los precios se frenó del 3,2 al 2,1% durante noviembre, la cifra más baja desde septiembre de 2001 y prácticamente en línea con el objetivo de la institución de mantener la subida de los precios por debajo, pero cerca, del 2%.
La secuencia pasará luego de Europa a Norteamérica. Las expectativas contemplan que el Banco de Canadá reducirá los tipos del 2,25 al 2% el 9 de diciembre. Y justo una semana después llegará el plato fuerte: la reunión de la Fed. Si se cumplen los pronósticos, la institución estadounidense recortará los intereses del 1 al 0,5%. Habría que retroceder hasta el periodo comprendido entre 1942 y 1946 para hallar unos niveles similares.
Es más, incluso puede que se alcance un hito histórico, porque el mercado de futuros concede un 34% de probabilidades a que la entidad presidida por Ben Bernanke baje los intereses hasta el 0,25%. El alcance la crisis económica y el riesgo de una caída general de los precios -deflación-, reflejada en una caída de la rentabilidad de la deuda pública norteamericana hasta mínimos históricos, podrían invitar a la Fed a llevar más lejos que nunca las rebajas de los intereses.
Aunque la atención se centrará en estas instituciones por su importancia en el concierto internacional, la lista se ampliará con toda seguridad a otros puntos del planeta. Las miradas se dirigirán también hacia Japón, donde la recesión ya se ha instalado de forma oficial y donde el fantasma deflacionista amenaza con retornar, algo que podría obligar a su banco central a bajar de nuevo los tipos, tras haberlos reducido del 0,5 al 0,3% en octubre. Otros países como China, que ha abaratado el precio del dinero cuatro veces desde septiembre, o Suecia, que también ha entrado en recesión, podrían sorprender con recortes inesperados de los tipos para despedir 2008.
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