La navidad no podrá salvar la economía de Estados Unidos, pero tampoco la va arruinar. Eso parece indicar los primeros resultados del día más importante para las ventas en el país, el "viernes negro", cuando millones de consumidores se lanzan a las tiendas para iniciar sus compras de fin de año.
Este año la temporada de compras navideñas dura sólo 27 días, en comparación con los 32 días de promocion en 2007.
Números preliminares de ShopperTrack RTC, que analiza datos de 50.000 vendedores al por menor, indica que este viernes, los consumidores gastaron $10.600 millones, lo que representa un aumento del 3% respecto a las mismas 24 horas del año anterior.
Este incremento es un alivio para los empresarios que temían que la crisis financiera los dejaría sin aguinaldo en un momento en que tambalea el gasto del consumidor, que representa más del 66% del motor económico de EE.UU.
Por su parte, la Federación Nacional de Minoristas (NRF, por sus siglas en inglés) dio datos más completos sobre las ventas durante el fin de semana largo en el que se registró un optimismo controlado entre los empresarios.
Más de $40.000 millones circularon este fin de semana, un aumento total de gastos en comparación al 2007, según la entidad.
Los números de la NRF indican que el consumo aumentó el jueves anterior, y el sábado posterior al viernes negro, lo que da un inicio positivo a la temporada con 172 millones de consumidores tras las gangas del momento.
Sin embargo no todos los números son buenos. Para atraer estos consumidores, las grandes tiendas tuvieron que cortar los precios a tal punto que el aumento en la cantidad de ventas, no necesariamente representa mayores ganancias.
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