"La incipiente recuperación económica global y la mejora en las condiciones de los mercados financieros tienen todavía que proveer el ímpetu necesario para impulsar a las economías de países más pobres, desde la profunda crisis económica y sus graves problemas de financiamiento", agregó el Banco Mundial.
La institución publicó un informe previo a la cumbre de líderes del G-20 en Pittsburgh de la próxima semana. En los países más pobres sin recursos presupuestarios para responder a la crisis, el gasto esencial, incluyendo salud y educación, podría enfrentar una brecha de financiamiento de 11.600 millones de dólares en 2009 debido a la reducción de los ingresos y la mayor demanda de protección social.

