Así se pretende mejorar el clima inversor del país, reforzar la gestión de las finanzas públicas y optimizar los servicios públicos para los pobres y las infraestructuras, informó la institución en un comunicado.
La primera ayuda, de 750 millones de dólares, se empleará en reducir los plazos para la importación y exportación de bienes, para reformar el sistema de tasaciones y para mejorar la gestión presupuestaria del Ejecutivo central.
El segundo crédito, dotado con 250 millones de dólares, estará centrado en incrementar el nivel y la efectividad de la financiación de infraestructuras, el principal obstáculo del desarrollo económico de Indonesia.

