Según fuentes conocedoras de la operación, la entidad financiera ha pactado que permanecerá en sus oficinas con un arrendamiento a largo plazo, lo que se conoce como sale & leaseback.
BBVA sigue el ejemplo de otras entidades financieras españolas, como el Santander, que se deshizo de sus inmuebles, incluida la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid), por unos 2.000 millones de euros, aunque conservó su emblemática sede central en la capital cántabra.

