Así, ese déficit se ubicó en su nivel más bajo desde el cuarto trimestre de 2001. La caída de la necesidad de financiamiento de la economía estadounidense es menor que lo que pronosticaban los analistas, que anunciaban un déficit de 92.000 millones de dólares.
El déficit corriente representaba a fines de junio el 2,8% del PIB estadounidense. Es necesario remontarse al primer trimestre de 1991 para encontrar un índice menor.

