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La compañía pretende además reducir sus gastos operativos en un 30 por ciento respecto a los niveles de 2008 para afrontar la delicada situación financiera que atraviesa, por la caída de la demanda .
Entre las medidas incluidas en su plan destacan también la reducción de rutas aéreas y la utilización de aviones más pequeños, capaces de adaptarse a la menor demanda de la empresa, actualmente bajo supervisión del Gobierno de Japón.
La decisión de la compañía se produce la misma semana en que ésta tiene previsto iniciar conversaciones con la estadounidense American Airlines para estudiar una posible una alianza.
