declarse en quiebra ante las dificultades financieras que atraviesa la entidad, que en el mes de septiembre no pudo incluso hacer frente al pago de los salarios de sus empleados.
El 'broker' holandés, con 117 años de historia y que durante los años 80 y 90 llegó a convertirse en una de las firmas más relevantes de Wall Street, solicitó anoche a los tribunales la transformación en quiebra del 'estatus' de suspensión de pagos provisional otorgado el pasado 10 de agosto.
Asimismo, la firma financiera explicó que la decisión ha sido necesaria después de que en las últimas semanas se hubiera hecho evidente que no existían posibilidades de alcanzar un acuerdo de venta de la compañía o continuar su operativa con un tamaño más reducido.