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Concretamente, establece que la fusión de la mayor promotora del mundo con la distribuidora de entradas vulnera las normas de competencia en el mercado de distribución de entradas de música en vivo en Reino Unido y podría conducir a mayores precios y menos competencia. Además, establece que la fusión perjudicaría en términos de competencia a la compañía CTS Eventim en el mercado británico, con la que Live Nation habría firmado un acuerdo previo a la oferta de fusión.
Como alternativas para que la operación continúe, la Comisión propone la desinversión en el negocio de entradas de Reino Unido o medidas para asegurar que un competidor más pequeño pueda subsistir en el mercado británico.
