El informe reconoce que los incentivos para la adquisición de vehículos han tenido un efecto positivo sobre las ventas de coches a corto plazo, pero advierte de que gran parte de la demanda adicional responde "simplemente" al adelanto de compras futuras.
Por ello, Standard & Poor's cree que el mercado automovilístico europeo se caracterizará en 2010 por la debilidad de la demanda, especialmente en países como Alemania, Francia e Italia, ya que el efecto del adelanto de las compras de coches será más fuerte que cualquier incremento adicional generado por una eventual recuperación económica.

