Bruselas sitúa a España entre los países con "riesgo alto" en su posición presupuestaria, pues parte de una situación de desequilibrio -el déficit público llegó al 3,8% del PIB el año pasado, y seguirá aumentando, al tiempo que crece la deuda-, a lo que se suma el previsible incremento del gasto en pensiones y sanidad los próximos años.

