Además, calculan que no será hasta 2010 cuando los agujeros en las arcas de las administraciones estadounidenses empiecen a moderarse.
Ante esta situación, el grupo de expertos considera que el Gobierno de EEUU tendrá que inyectar a estados y ciudades hasta 150.000 millones de dólares para evitar la destrucción de entre 1,1 y 1,4 millones de trabajos.

