En su opinión, esta decisión daría a la Fed margen de maniobra en el caso de que la economía volviese a dar muestras de debilidad. Inicialmente "no haría nada por la economía", señaló, pero si en 2010 la recuperación fuese "más débil de lo esperado, podríamos tener la opción de aplicar más medidas cuantitativas" a través de la compra adicional de activos.

