hasta finales 2010, según declaró este lunes Mohammad Rouyanian, director del órgano gubernamental de gestión de transporte.
Irán es el quinto productor mundial de petróleo pero carece de suficiente capacidad de refinación y, por ello, se ve obligado a importar grandes cantidades de gasolina. Esto es una carga para el presupuesto, que lo hace vulnerable a alguna sanción al comercio de petróleo por parte de Occidente.