Al informar de su decisión, la institución monetaria modificó más ligeramente sus previsiones para la segunda economía del mundo, en cuanto a crecimiento y comportamiento de los precios.
"El ritmo de mejora de la economía seguirá siendo moderado hasta alrededor de la mitad del año fiscal 2010", que concluye en marzo de 2011, apuntó la entidad emisora, para la que el gran reto actual de Japón es "superar la deflación y regresar a un crecimiento sostenible con estabilidad de precios".