La caída en los nueve primeros meses del año fiscal nipón respecto al mismo período de 2008 se debió al retroceso de las ventas en todo el mundo y el efecto negativo de los tipos de cambio, afectados por un yen fuerte.
Las ventas de Honda en ese período supusieron 6,3 billones de yenes (49.880 millones de euros), un descenso del 23,4 por ciento frente a abril-diciembre de 2008.

