Weber respondía a las críticas de que la política económica de Alemania ejercería indebida presión en otros miembros de la Eurozona, por ejemplo, mediante unas reducidas subidas del salario medio real desde la introducción del euro, o sus competitivas exportaciones.
"El mundo es el mercado", dijo Weber, "nosotros somos sólo los mensajeros". "Es una falacia decir que Alemania no está actuando de acuerdo a las reglas", dijo Weber.