En total, el proyecto integrará a diez compañías distintas y permitirá dar salida a los altos volúmenes de electricidad que generarán los parques eólicos marinos que se instalarán en el Mar del Norte. La infraestructura tendrá un tamaño suficiente para reducir el coste de la electricidad en Europa.
El consorcio planea nombrar a un consejero delegado y abrir una oficina en Bruselas, desde la que se trabajará en los detalles técnicos, financieros y regulatorios de esta futura gran red europea de transporte eléctrico.
La idea del desarrollo de una red de esta envergadura en Europa ya ha despertado interés político. En diciembre, nueve países de la Unión Europea se comprometieron a presentar antes de fin de año un proyecto de estas características en torno al Mar del Norte, pese a reconocer que el coste de la infraestructura podría ser "enorme".