Las ventas de coches en el Viejo Continente se vieron impulsadas por el crecimiento registrado en los grandes mercados, a excepción de Alemania, donde las matriculaciones cayeron un 29,8%, por el efecto del fin de los incentivos a la compra.
Entre los grandes mercados, la mayor progresión correspondió a España, con un incremento de las ventas de coches del 47%. Le siguieron Reino Unido (+26,4%), Italia (+20,6%) y Francia (+18,2%).