"Tal como destacaron los titulares de los diarios la semana pasada, los problemas financieros en el exterior siempre pueden llegar a traducirse en un enlentecimiento de las exportaciones estadounidenses y pueden ser motivo de dificultades adicionales para las instituciones financieras de alcance mundial", dijo Rosengren, titular de la filial en Boston del banco central norteamericano.
La referencia es a la crisis presupuestaria de Grecia, que provocó la caída del euro con respecto al dólar y con ello el encarecimiento de los productos que Europa importa de Estados Unidos, en momentos en que el presidente Barack Obama pretende duplicar las exportaciones en cinco años para estimular la creación de empleos.
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