Las viejas centrales eléctricas alimentadas por carbón deberían estar cerradas antes de finales de 2023 si sus instalaciones no se equipan para filtrar contaminantes acidificantes, de acuerdo con un acuerdo informal alcanzado por la Unión Europea del que informaron funcionarios implicados en la negociación.
El resto de centrales eléctricas deben comenzar a hacer planes para reducir contaminantes como óxidos de nitrógeno y azufre que dañan la salud humana y la calidad del suelo y el agua, dijo Holger Krahmer, que representa al Parlamento Europeo en las negociaciones.
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