La compañía informática Dell accedió a pagar cien millones de dólares para liquidar una demanda que tenía pendiente con la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), que la acusaba de no haber informado debidamente de pagos recibidos por Intel.
Además, el fundador de la compañía, Michael Dell, y su ex responsable ejecutivo Kevin Rollins, accedieron también a pagar 4 millones de dólares cada uno en multas por la misma cuestión, mientras que James Schneider, ex director financiero, abonará 3 millones de dólares.