Thomas Cook registró unas pérdidas antes de impuestos de 141 millones de euros en el segundo trimestre del año, un resultado que el operador turístico atribuyó a la ceniza de nube volcánica que cerró el espacio aéreo del Reino Unido y a que los británicos viajan menos fuera del país.
En su declaración provisional sobre gestión, remitida hoy a la Bolsa de Valores de Londres, Thomas Cook estimó que el impacto financiero total de la nube de ceniza procedente de un volcán islandés fue de 99,1 millones de euros. Thomas Cook informó también de que el volumen de negocio "fue menor del esperado" en los meses de verano, con un descenso del 2% en las reservas realizadas desde principios del mes de julio.