La llamada "troika", compuesta por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, han llegado a un acuerdo con el banco central griego para posponer hasta finales de octubre esas pruebas destinadas a analizar la solvencia del sector.
Ese aplazamiento implica que podrían analizarse los resultados de los tres primeros bancos griegos, así como la operación de captación de capitales por un total de 1.700 millones de euros en la que se ha embarcado el Banco Nacional de Grecia y que debe completarse el mes próximo.
"Un eventual éxito del Banco Nacional de Grecia serviría para aumentar la confianza de los inversores (...) Al mismo tiempo aceleraría el proceso de fusiones y adquisiciones que se está ya discutiendo", comentó un banquero griego al respecto, informa el Financial Times.