La multinacional estadounidense ha acordado la compra de la compañía de infraestructuras tecnológicas para la industria energética Dresser, por un total de 3.000 millones de dólares (2.159 millones de euros).
Según ha informado, se trata de la última de una serie de operaciones que General Electric ha ido llevando a cabo a lo largo de los últimos diez años para expandir el negocio energético dentro de la compañía.