La petrolera británica registró al cierre de 2010 sus mayores pérdidas en los últimos 20 años pérdidas, que alcanzaron un importe atribuido de 3.719 millones de dólares, frente al beneficio de 16.578 millones de dólares del año anterior, como consecuencia del vertido de petróleo en aguas del Golfo de México.
En el cuarto trimestre del año, la segunda mayor petrolera de Europa, ganó 5.600 millones de dólares, frente a los 4.300 del mismo periodo del año anterior.