La inflación en China aumentó levemente en mayo para situarse en 5,5%, su nivel más alto en casi tres años, señal de las dificultades del gobierno chino para frenar el alza de precios. En abril fue del 5,3%.
La inflación, en particular de los precios de los alimentos, es la principal preocupación de Pekín que quiere mantener el alza de precios al consumo en un 4% para el conjunto del año y ve ese objetivo comprometido.