El Consejo de Gobierno de la institución que preside ha cumplido con el guión que el líder galo ya dejó entrever hace quince días: los tipos se mantienen en el 1,25%, de momento. Esta última coletilla conviene remarcarla, ya que el economista francés ha declarado en rueda de prensa que mantendrá "una vigilancia fuerte"a las presiones inflacionistas.
Ahora queda por ver, si como apuntan diversas voces, al casi seguro incremento de julio le sigue un nuevo repunte antes de cerrar el año, dejando los tipos en un 1,75%. Sin embargo, el relevo de Trichet al frente del BCE el próximo mes de octubre podría conllevar modificaciones a este plan. Todo dependerá de la actitud que muestre el italiano Mario Draghi, próximo presidente del organismo, que hasta la fecha se ha mostrado partidario de una política monetaria menos expansiva.