El banco irlandés, al que el Estado ha inyectado ya 20.000 millones de euros, quiere utilizar estos recursos para perdonar la deuda a los clientes hipotecados que no pueden pagar.
También abre la puerta a la dación en pago, es decir que la deuda se cancele con la devolución de la llave. El banco, que es el mayor prestamista hipotecario del país, informó ayer de que está hablando con el Gobierno y el Banco Central para buscar una solución a estos problemas que afecte a todo el sector.