La Comisión Nacional de Competencia (CNC) considera que Renfe debería desaparecer como sociedad matriz una vez concluya su prevista reestructuración en cuatro sociedades filiales, cuyo capital recomienda abrir a la entrada de socios privados que cuenten con capacidad de gestión.
Estos socios privados deberían además ser distintos para cada una de las sociedadesen las que la operadora pública segregará sus distintos negocios (viajeros, mercancías, talleres y alquiler de trenes), "para evitar intereses cruzados".