China creció en 2007 un 11,9%, pero en los sucesivos trimestres de este año ya ha mostrado una clara tendencia a la baja, registrando un crecimiento del 10,6% en el primer trimestre, del 10,4% en el segundo y del 9,9% en el tercero.
Según el informe del BM, elaborado por el economista Louis Kuijs, el impacto de la crisis financiera en la economía china "hasta ahora ha sido manejable, pero se espera que se intensifique".
Kuijs explicó en rueda de prensa que el sistema financiero del país asiático ha quedado relativamente aislado del batacazo de las financieras estadounidenses, pero los efectos en la "economía real" ya se empiezan a sentir, especialmente en las exportaciones, ya que el 50% de sus clientes comerciales están ya afectados por la crisis.
El economista aventuró que al menos los seis primeros meses del próximo año serán complicados para la potencia asiática, mientras que la situación en la segunda mitad del año dependerá de si las economías mundiales han logrado ya cierta recuperación.
El informe señala que en 2008 la desaceleración del crecimiento económico chino ha dependido más de factores domésticos que de las turbulencias mundiales, sobre todo de las medidas de control macroeconómico de Pekín en sectores como el inmobiliario y la construcción, importantes motores de la economía.
Menor preocupación por la inflación
Kuijs destacó que no todos los indicadores en China son negativos, y celebró, por ejemplo, el hecho de que el país haya podido contener con éxito las presiones inflacionarias que el alza de productos como los alimentos estaban produciendo."La inflación ya no es un tema de preocupación en este momento", dictaminó el economista, apenas medio año después de que el primer ministro chino, Wen Jiabao, instara al Gobierno a centrar su política económica en la contención del alza de precios.
Las previsiones de crecimiento del banco señalan que más de la mitad del aumento de la economía China en 2009 "provendrá de gastos influenciados por el Gobierno", y en este sentido destacó que el Ejecutivo chino tiene un papel vital en la reactivación de la economía y la superación de la crisis.
El director de la oficina del BM en China, David Dollar, señaló en la rueda de prensa que, en ese sentido, el plan de 10 puntos aprobado por el Gobierno chino este mes para estimular la economía va a tener efectos positivos a corto plazo -por ejemplo, en la construcción de infraestructuras- que ayudarán a superar el bache.
Dollar añadió que el plan también tiene objetivos a largo plazo, principalmente la mejora de la calidad de vida de la población china y el desarrollo de las pobres áreas rurales.
Dollar y Kuijs únicamente expresaron dudas en torno a la adecuación de este plan para los objetivos a medio plazo que China se ha fijado, es decir, enfocar menos el crecimiento nacional en la industria y la exportación y más en el consumo interno y los servicios, a imitación de los países desarrollados.
Los responsables del BM no quisieron especificar si creen que un crecimiento del 7,5% para China en 2009 será suficiente para mantener la estabilidad económica y social del país.
"Hay quien señala que el 8% es la 'cifra mágica' que asegura la creación de suficientes puestos de trabajo, pero ello no tiene base científica", aventuró al respecto Dollar.
Sobre el rol que China debe jugar para superar a nivel planetario la crisis, Kuijs señaló que "lo que mejor puede y debe hacer el país es mantener su crecimiento económico y mantener abiertas las importaciones".
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