En concreto, el Tesoro luso se ha visto forzado a ofrecer a los inversores una rentabilidad del 3,686%, frente al 2,045% ofrecido en la subasta de septiembre de 2010 ó el 1,960% abonado en una operación similar celebrada en agosto de ese mismo año.
No obstante, la subasta celebrada por el Tesoro portugués contó en esta ocasión con un ratio de cobertura de 2,6, por encima del 2,4 registrado en la anterior subasta del mismo tipo.
