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25 noviembre 2008

Tema

Freno a la venta de Repsol ante la presión diplomática...

El Gobierno ha decidido echar el freno a la operación de compra de Repsol por la rusa Lukoil. La presión recibida durante este fin de semana por parte de la diplomacia internacional hizo que ayer destacados miembros del Ejecutivo comenzarán a dar señales de que la venta del 20% de la petrolera podría haber entrado en una vía muerta. Fuentes cercanas a la petrolera también confirmaron que "ya es muy difícil que la operación salga adelante".
La Caixa, que fue la primera en confirmar "el principio de acuerdo" con Lukoil, no está dispuesta a dar el primer paso en la venta. La entidad financiera no necesita colocar su participación y, por lo tanto, quiere que sea Sacyr la que le ponga el cascabel al gato, es decir, la que dé el primer paso para cerrar la operación.

La operación tardará días

El director general de la entidad, Juan María Nin, ya aseguró el sábado que la operación podría tardar días o semanas en cerrarse, si es que se cerraba. Para La Caixa la venta supone un apunte contable de una participación con importantes plusvalías, ya que no recibiría un euro, pero con garantías muy complicadas, ya que se considera que podría ser muy difícil reclamar a la petrolera rusa cualquier activo en el caso de que se produjera un impago.
Las entidades acreedoras de Sacyr  tienen previsto mantener hoy una reunión en la que se pueden dar pasos muy significativos: o cerrar un acuerdo para financiar la compra del 20% de Repsol  o dar casi por muerta la operación.
Por el momento, ambos escenarios están aún abiertos, pero todo apunta a que sin el visto bueno político la entrada de Lukoil comienza a estar condenada al fracaso.

En estado inicial

Prueba de ello fueron algunas de las declaraciones que se realizaron ayer desde el Gobierno. El secretario de estado de Economía, David Vegara, aseguró que la operación con Lukoil está en un estado muy inicial y que se tendrá que analizar para ver cómo puede afectar a la garantía de suministro.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, volvió a insistir en que su departamento "prefiere" que Repsol sea un grupo español, pero "no interfiere" para que sea así. No obstante, preguntado por si el Gobierno tomaría cartas en el asunto si Lukoil toma una participación significativa en la petrolera, afirmó que "es diferente una participación que una gran participación", y añadió que "el tamaño también es importante".
Sebastián indicó que el objetivo a partir de ahora es encontrar una fórmula para "casar que Repsol sea española con el respeto a las reglas del mercado". En todo caso, insistió en que "se habla de una operación que no existe y de los deseos de compradores y vendedores de hablar para llevar a cabo una operación".
"Al menos, yo no conozco la operación", añadió, pese a que la Caixa confirmó a la CNMV un acuerdo de principio con Lukoil y a las reuniones mantenidas por el propio ministro con importantes representantes de los vendedores en las últimas semanas.
El ministro recordó que España no sólo ha sido un país "inversor en el exterior", sino también "receptor" pero es verdad que "hay sectores estratégicos que tienen un tratamiento especial", advirtió.
Sebastián hizo además una distinción entre países como España o Reino Unido, donde se vetó la entrada de Lukoil, y en los que los grupos energéticos quedaron privatizados, y "algunos países europeos en los que buena parte de las empresas energéticas están en manos públicas".

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