Algunos destacados analistas y gestores de fondos creen que la caída del mercado en noviembre pasará a la historia como el punto final de este devastador desplome del mercado. El mes pasado, por ejemplo, el índice Standard & Poor's 500 cerró 52% por debajo de su máximo de 2007, su menor nivel de los últimos 11 años.
Entre quienes creen que el actual mercado bajista terminó y que ha llegado la hora de comprar figuran los respetados gestores de fondos Bill Miller, de Legg Mason; Steve Leuthold, de Leuthold Group; y el analista Laszlo Birinyi, de Birinyi Associates. Su optimismo, respaldado por comentarios de inversionistas menos conocidos, fue una de las razones que contribuyó al alza de las acciones el viernes, pese a los funestos datos del desempleo en Estados Unidos.
El problema es que muchos inversores, incluyendo los tres ya mencionados, se apresuraron y excedieron en su optimismo, asegurando ya en anteriores ocasiones que el mercado había tocado fondo. "Están diciendo que el mercado se hundió hasta lo más profundo, al igual que lo dijeron en marzo y en junio", constata Paul Desmond, presidente de la firma de investigación bursátil Lowry's Reports.
"Probablemente hay razones de más peso para creerles ahora porque hemos sufrido una caída tan drástica. Nuestro trabajo, sin embargo, simplemente no muestra señales de que los vendedores hayan quedado exhaustos y que haya una expansión de los compradores, que es la condición que tiene que darse para que el mercado caiga a su punto mínimo".
A continuación, algunos indicadores que, en opinión de los optimistas, apuntan al final de la caída del mercado.
Valoración: incluso si nos atenemos a medidas conservadoras, las acciones estadounidenses están en su nivel más barato de los últimos 21 años.
Según los cálculos de Leuthold, el S&P 500 se transaba el 20 de noviembre a 10,4 veces las ganancias promedio de las empresas durante los últimos cinco años. Un indicador incluso más conservador, utilizado por el profesor de la Universidad de Yale Robert Shiller, compara el precio de la acción a las ganancias de las empresas durante los últimos 10 años. Según este indicador, el S&P 500 se negociaba a 13,4 veces las ganancias en noviembre, su nivel más bajo de los últimos 21 años y el primer descenso por debajo de 15 o 16 desde 1991. El problema, en todo caso, es que las acciones no siempre suben cuando caen por debajo de sus promedios históricos.
Magnitud del declive: en su momento más bajo de noviembre, el S&P 500 acumuló un descenso de 52% y el Promedio Industrial Dow Jones, de 47% desde sus máximos, cifras muy cercanas a los mayores declives de la historia moderna. Esto hace que algunos analistas piensen que las acciones ya tocaron fondo en noviembre o que les queda muy poco para llegar ahí.
La resistencia de las acciones: desde los mínimos de noviembre, las bolsas han mostrado una resistencia sorprendente. Algunas acciones han repuntado incluso después de nefastos anuncios. El reciente repunte accionario muestra que los inversionistas están mirando al futuro y apostando por días mejores.
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