Novosibirsk, la capital no oficial de Siberia, es definitivamente una ciudad de optimistas.
En una región en la que la temperatura en esta época del año es usualmente 25º bajo cero, está exitosa empresa no hace abrigos gruesos o sombreros abrigados. Lo que produce es helado.
Y es que sólo en esta ciudad hay más de 300 kioscos que venden helado y nada más.
Y todos son rentables. La gente aquí come helado hasta en invierno.
Así que no es de extrañar que al productor de helados local, una compañía llamada Inmarko, le está yendo tan bien. De hecho, es el mayor productor de helado de toda Rusia.
"Puede parecer que el invierno en Siberia dura todo el año y aquí vive muy poca gente, así que ¿quién va a comer helado aquí aparte de los osos? Esa es exactamente nuestra principal ventaja. ¡Nuestros competidores no nos tomaron en serio!", le dijo el magnate del helado.
Todo empezó en 1992, cuando un joven estaba haciendo cola en la principal tienda en Novosibirsk.
Era febrero -pleno invierno boreal- y la cola era para comprar helado, pero no parecía haber suficiente para todos los que esperaban.
Así que el joven notó que había una brecha en el mercado y fundó su propia compañía, e invitó a varios de sus amigos a unirse al proyecto, entre ellos a Dimitri Dokin.
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