La canciller alemana, Angela Merkel, desestimó las crecientes llamadas a que Alemania recorte impuestos o impulse con fuerza el gasto, a pesar de que la mayor potencia industrial europea está al borde de lo que podría ser su peor recesión en décadas.
Mientras las autoridades en Estados Unidos y otros países en Europa están preparando enormes propuestas de estímulo fiscal, Merkel dijo durante la conferencia anual de su partido de centroderecha, la Unión Demócrata Cristiana, que continuaría esforzándose por tener un presupuesto equilibrado.
El discurso llegó en momentos en que los ministros de finanzas de la Unión Europea (UE) inauguraban ayer una reunión de dos días en Bruselas, para discutir el llamado de la UE a a sus países miembros a otorgar estímulos fiscales de alrededor de 1,5% del Producto Interno Bruto del bloque de 27 países.
La semana pasada, países europeos como el Reino Unido, España e Italia presentaron medidas adicionales de estímulo, y Francia ha dicho que hará lo mismo en las próximas semanas. El gobierno de Alemania se ha mostrado abiertamente escéptico sobre si los planes para estimular el gasto a base de deuda funcionarán. Pero muchos de los colegas conservadores de Merkel, así como grupos empresariales alemanes, economistas y organizaciones internacionales, se quejan de que Alemania está haciendo muy poco para reactivar su economía, la cual se está contrayendo con rapidez en medio de una caída en las exportaciones globales.
La raíz de la crisis financiera y económica global es bien conocida por todas las amas de casa de Suabia, afirmó Merkel. "No se puede seguir viviendo con dinero que no se tiene", dijo. Una falta de frugalidad en las economías avanzadas causó la crisis y no puede ser su cura, aseguró.La canciller alemana señaló que su gobierno podría considerar nuevas medidas fiscales a comienzos del año próximo si las que ya ha adoptado no estabilizan la economía. Pero rápidamente descartó la posibilidad de realizar amplios recortes tributarios el año próximo, algo que piden muchos demócrata cristianos.
Muchos economistas creen que el gobierno alemán se está comportando de forma autocomplaciente ante a la severidad de la desaceleración del país. El gobierno aún predice un crecimiento económico de alrededor del 0,2% para el año próximo, mientras muchos otros pronósticos anticipan una caída del PIB de casi 1%. Otros analistas afirman que Merkel podría estar reservando su arsenal para cuando se acerquen las elecciones nacionales en septiembre de 2009.
La economía de Alemania, la mayor de Europa, se ha estado contrayendo desde el segundo trimestre. Datos publicados el lunes mostraron que la recesión se profundiza en Alemania y Europa.
Las ventas minoristas en Alemania cayeron 1,6% en octubre con respecto al mes anterior, un resultado peor de lo esperado. El índice de los directores de compras (PMI, por sus siglas en inglés) para la industria en la eurozona cayó a 35,6% en noviembre, la cifra más baja en los 11 años de historia del índice. Un nivel por debajo de 50 en la encuesta de PMI señala una contracción en la actividad empresarial.
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