Si los precios internacionales del petróleo han caído sustancialmente en los últimos meses, ¿por qué no pasa lo mismo en las gasolineras de gran parte de los países de América Latina?.
La pregunta se la están haciendo millones de consumidores por estos días. La respuesta es compleja y tiene que ver, sobre todo, con los impuestos sobre los combustibles y con el papel de los Estados en la regulación de los precios y el otorgamiento de subsidios.
Hay países con impuestos superiores al 60%, como Argentina, o cercanos al 40%, como Colombia, hay otros, como Estados Unidos, donde los tributos sobre los combustibles no pasan del 20%.
Hay países donde los precios son libres y dependen directamente de las cotizaciones internacionales, como Estados Unidos y Chile, hay otros con esquemas mixtos, como Perú y Colombia, o donde hay un férreo control, como Venezuela y Ecuador.
Esto explica que haya tantos contrastes en las estaciones de gasolina de la región. El año empezó con alzas en México y Chile, con rebajas en Perú y El Salvador, y con precios congelados en Colombia.
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