En lo que constituye un nuevo freno a una debilitada economía global, el comercio entre los países se está reduciendo drásticamente en muchas regiones del mundo.
La actividad comercial de Estados Unidos totalizó unos $280.000 millones en noviembre, una caída del 20% en apenas cuatro meses respecto a su máximo en julio, cuando ascendió a los $350.000 millones.
No se trata de un caso aislado. Algunas de las mayores potencias exportadoras, incluyendo a China, Japón y Alemania también sufren declives en sus envíos al resto del mundo en parte debido a la escasa demanda en EE.UU. En el caso de China, el declive fue el más severo en al menos una década.
Las mayores economías del mundo —EE.UU., Japón y la zona euro— ya están en recesión y el crecimiento al rojo vivo que caracterizó a los países emergentes durante la mayor parte del año pasado se enfría a toda velocidad. Mientras el crecimiento del comercio generalmente pierde fuerza durante las recesiones, normalmente no se contrae. En diciembre, no obstante, el Banco Mundial proyectó que el comercio global se contraería 2,1% este año, el primer declive desde 1982 y muy por encima de la caída de 1,9% registrada en 1975.
En Alemania, la mayor economía de la zona euro, las exportaciones se precipitaron 11,8% en noviembre, respecto al mismo mes del año anterior, a $102.700 millones. Se trata de la mayor caída en una década.
A.P. Moller-Maersk A/S, la mayor empresa de transporte de contenedores del mundo, anunció el mes pasado que retiró de funcionamiento ocho gigantescos cargueros debido a la caída de la demanda.
Las exportaciones de China cayeron 2,8% en diciembre respecto del mismo mes del año anterior, lo que se suma al declive de 2,2% de noviembre, informó la agencia de Aduanas de China. Las importaciones de China cayeron 21,3% en diciembre frente a idéntico lapso del año previo, después de un descenso de 17,9% en noviembre.
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