En términos ajustados, la compañía explica que su beneficio fue de 0,17 euros por título, ya que tuvo unas depreciaciones por valor de 1.170 millones de euros, de los cuales 908 millones provinieron de Nokia Siemens Networks. Este resultado ajustado supera las previsiones de los analistas, que eran de 0,14 euros por título.

