La marca alemana espera alcanzar el equilibrio en sus resultados económicos (break even) en el año 2011, y se ha fijado como objetivo retornar a los beneficios en 2012. Para ello, reducirá un 20% la capacidad de producción de sus fábricas.
El plan de Opel contempla una inversión de 11.000 millones de euros hasta el año 2014, destinada principalmente a la renovación de la gama (el 80% de los coches tendrá tres años de antigüedad o menos en 2012) y el desarrollo a automóviles eficientes.
