El PIB registró un crecimiento nulo en el tercer trimestre del año, aunque creció un 0,2% en términos interanuales, tras siete trimestres consecutivos de caídas, según las estimaciones del Banco de España recogidas en su boletín económico de octubre.
La autoridad monetaria afirma que la información disponible sobre el tercer trimestre sugiere un "debilitamiento de la actividad", de "carácter transitorio", como consecuencia en gran medida del agotamiento de algunos factores expansivos, especialmente la finalización del Plan 2000E y la reversión de los efectos de anticipación del gasto que se había producido en la primera mitad del año por la subida del IVA.