En un informe 'Vivienda y Economía: Política de Renovación', la OCDE defiende que reformas en la regulación del sector financiero, la fiscalidad, el uso del suelo, la normativa del mercado de alquiler y la vivienda social mejorarán el sector inmobiliario y afectarán a la economía en su conjunto, ya que se trata de un sector "clave para la estabilidad y el crecimiento".
La OCDE destaca que la facilidad para conseguir un crédito durante las dos últimas décadas amplió la volatilidad de los precios de la vivienda, que han registrado subidas del más del 90% en Australia, Bélgica, Finlandia, Irlanda, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, España y Reino Unido desde 1980 a 2008.
