Todo ese dinero sale del gasto público. Eso significa que los gobiernos gastarán más recursos del presupuesto de lo que habían pensado.
La pregunta entonces es ¿de dónde salen ese dinero? Principalmente de dos fuentes: la recaudación de impuestos y la contratación de deuda.
¿Vale la pena el sacrificio? Los gobiernos son optimistas y aseguran que el plan reactivará el mercado crediticio y detendrá -o minimizará- la recesión económica.
También creen que, en el mediano plazo, los bancos se recuperarán a tal nivel que entonces los gobiernos podrán vender su participación en ellos, obtener ganancias y resarcir la deuda.
Pero, ¿y si el plan no funciona en el largo plazo?
"No hay por qué pensar que no va a funcionar. Puede ser más o menos costoso dependiendo de cuánto dinero inviertan los gobiernos y recordando que, al final, antes o después, serán los contribuyentes los que tendrán que pagar la cuenta a través de los impuestos que recauda el gobierno", comentó Rafael Pampillón, analista del Instituto Empresa de Madrid, en España.El especialista dice que, históricamente, los gobiernos han ayudado en mayor o menor medida al sector bancario, por lo que es difícil que el plan no funcione.
Sin embargo reconoce que el costo será alto, pero necesario. Y es que, como otros analistas económicos, Pampillón cree que la factura sería mucho mayor si no se rescata a la banca, lo que tendría consecuencias económicas muy graves.
Los riesgos, sin embargo, están ahí. Si los planes de rescate no son suficientes, los gobiernos tendrían que inyectar más y más recursos a los bancos, generando más cargas al presupuesto público.
Si eso sucede, entonces el gobierno en cuestión tendrá que escoger entre aumentar los impuestos, aumentar la deuda, o recortar el gasto.
Eso significaría que los contribuyentes tendrían una doble carga o que las autoridades tendrían que olvidarse de gastos en educación, salud o infraestructura, por citar algunos ejemplos.
Ya afecta
Tan sólo entre EE.UU. y Europa se gastarán más de US$300.000 millones en acciones bancarias. |
millones, pero podría llegar hasta 700.000 millones el próximo año.
En el Reino Unido, los analistas señalan que el déficit en el presupuesto podría alcanzar los 57.000 millones, por encima de los 43.000 que el gobierno pronosticó en pasado marzo.
Los costos, además, alcanzan esferas distintas a la economía. Las metas
del milenio fijadas por la ONU para combatir la pobreza están en riesgo, igual que el combate al cambio climático. Esto porque en una época de contracción económica, los gobiernos recortan gastos que consideran prescindibles.
¿Y si los bancos no prestan?
Presupuesto destinado a comprar parte de la banca, en octubre de 2008. En millones de dólares
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Poco a poco la tasa de préstamos interbancarios en dólares a tres meses comienza a ceder, acercándose al 4%, pero aún lejos del 2,8% en el que se situaba en septiembre.
Y eso debería generar la confianza suficiente como para recuperar el ánimo de otorgar préstamos. Si eso ocurre, entonces podrán comenzar a medirse los estragos que la volatilidad financiera causó en la economía global, lo que, a su vez, podría afectar una vez más la disposición bancaria a reactivar los créditos.
¿Y si todo funciona?
Entonces los gobiernos no tendrán que desembolsar más dinero para rescatar a los atribulados bancos, el crédito fluirá nuevamente y los mercados regresaran a sus niveles normales.Podría ocurrir, incluso, que en un par de años los bancos regresaran a terreno positivo, y ahí sí el gobierno podría obtener ganancias.
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