"Después de seis años de crecimiento equilibrado y de políticas económicas sensatas, la zona se encuentra en mejor posición que nunca para afrontar las dificultades", explicó Antonio Zoido, presidente de Bolsas y Mercados Españoles en el acto inaugural del foro.
Aunque el crecimiento de la región se ha revisado a la baja, los expertos indican que se mantendrá por encima del 4,5% este año, sólo un punto menos que en 2007. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que en conjunto Latinomérica crecerá un 4,6% este año, frente al 3,2% que se calcula para el próximo ejercicio.
Hay que tener en cuenta que a finales de los noventa la aportación al crecimiento del PIB mundial de los emergentes era de un 35% y de un 65% la de los desarrollados, pero ahora esta proporción es la inversa. "Quizás se trate del cambio más importante en el mapa económico mundial en esta década", explicó Zoido.
Optimismo mesurado
Los expertos aseguran que esto puede ayudar a las compañías españolas que estén en la región, ya que más de un tercio del beneficio de las empresas procede de América Latina. Un claro ejemplo de la importancia que tiene esta zona en los resultados de las compañías es Telefónica. La principal operadora española tiene 150 millones de clientes en la región y ha invertido de forma directa 45.000 millones de euros en los últimos años y 37.000 millones más en infraestructuras. La apuesta por este mercado ha permitido en la actualidad que el 35 por ciento del beneficio bruto de explotación (ebitda) proceda de América Latina.Ante estas perspectivas, el presidente de Telefónica, César Alierta, calculó que el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) en Latinoamérica crecerá de media un 7,4% anual en el período 2007-2012, tasa que superará la media mundial, que rondará el 5,7% y la de regiones como Asia-Pacífico.
De esta forma, dibujó un panorama bastante positivo para la cuenta de resultados de la compañía española. Menos optimista se mostró Antoni Brufau, presidente de Repsol, que aseguró que su compañía sí encuentra algunos problemas en esta región. "El optimismo de Telefónica es apabullante, pero nosotros vemos algunos claroscuros en Latinoamérica", comentó en su presentación en el Foro de Latibex.
De hecho, el presidente de la petrolera explicó que a Repsol le están afectando tres factores en concreto en los últimos meses: la caída del precio de las materias primas -el barril Brent ha pasado de los 150 a los 52 dólares en menos de cuatro meses-; la aversión al riesgo que existe en la región -la prima de riesgo ha pasado de los 340 puntos a los 700 puntos-; y la depreciación de las divisas, debido a las fuertes desinversiones que está realizando en América Latina por la actual crisis.
"Hay que ser optimista. Nosotros creemos que las materias primas se mantendrán altas, ya que los fundamentales de la demanda seguirán fuertes", comentó. De hecho, argumentó que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que el precio del crudo se moverá entre los 100 y los 200 dólares. Además, continuó que "por primera vez podemos decir que la crisis no se ha importado de Latinoamérica", dijo Brufau.
A pesar de reconocer que el mercado percibía con mayor riesgo a las economías en Latinoamérica, Brufau manifestó que "todas las señales de la zona son optimistas. No es tanto un problema de riesgo sino de falta de liquidez de los países avanzados".
Y es que lo que pase en la región le afecta y mucho. Hay que tener en cuenta que esta empresa tiene importantes intereses desde que adquirió su filial YPF a finales de los noventa, ya que el 90% de las reservas de gas y petróleo están en la región. Además, el 65% del beneficio bruto proviene de Argentina.
Economía libre
No obstante, el presidente de Repsol expresó su preocupación por los países latinoamericanos que aún se plantean la intervención del Estado "para mitigar las fuerzas de la economía libre" a los que, dijo, "todos" debemos "enfrentarnos". Durante su intervención, Brufau consideró que éste es uno de los problemas que más le preocupa, aunque subrayó que se ha avanzado mucho gracias a que países como Colombia, México, Brasil o Argentina han tomado medidas "muy razonables" para tener "más formalidad" y un "clima de negocio favorable".Por su parte, el presidente del BBVA, Francisco González, se mostró convencido de que Latinoamérica se "encuentra mejor preparada para salir de la crisis que en épocas pasadas" y descartó que la región vaya a entrar en recesión. "Estoy convencido de que ésta será la primera crisis económica global en que Iberoamérica no va a caer en recesión", dijo González.
No intervención
El máximo ejecutivo del BBVA también resaltó que las cuentas fiscales y externas de la mayoría de los países de la región presentaban un saldo positivo y que sus sistemas financieros cuentan con una mejor preparación.Representa en la actualidad más del 40% de los resultados de BBVA, es decir, en torno a 2.300 millones de euros estimados para este ejercicio. Esta entidad cuenta en la región con 26 millones de clientes bancarios y 5 millones de partícipes de planes de pensiones, lo que le permite tener más de 60.000 empleados. Desde que la entidad entró en Latinoamérica en los años 70, ha invertido más de 14.000 millones de dólares.
Ante esta situación, el presidente del BBVA expresó su deseo de que el mayor protagonismo de los gobiernos en la actual crisis financiera -a través de sus ayudas a la banca- sea "algo temporal", no contribuya a distorsionar la competitividad y no perjudique a las entidades que han realizado una correcta gestión de riesgos.
Así, Francisco González subrayó que las ayudas públicas que se han destinado a mejorar a las entidades con problemas no deben poner en ventaja "a quienes no han hecho los deberes frente a quienes lo han hecho", al tiempo que destacó la importancia de diseñar normas comunes para todos.
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